Senadores Gómez Leal y Fernández Noroña comparten emotiva jornada con niñas y niños de casa hogar en Reynosa

Reynosa, Tamaulipas. En un acto lleno de sensibilidad y compromiso social, los senadores José Ramón Gómez Leal y Gerardo Fernández Noroña visitaron la Casa Hogar San Francisco de Asís y La Niña Milagrosa A.C., ubicada en el corazón de Reynosa, Tamaulipas. Esta visita no solo fue un gesto de solidaridad, sino también un regreso al origen para uno de los legisladores.

Acompañados por Graciela Leal de Gómez, madre del senador Gómez Leal y pilar incansable de apoyo a esta institución por muchos años, los senadores recorrieron las instalaciones y convivieron con los niños y niñas que ahí residen. La presencia de doña Graciela fue especialmente significativa: su entrega constante a la causa de la niñez vulnerable ha dejado una huella imborrable tanto en la comunidad como en la vida de su hijo.

Durante la visita, José Ramón Gómez Leal compartió un recuerdo emotivo que conmovió a los presentes: "De pequeño, los niños de aquí eran mis hermanos… porque llamaban 'mamá' a mi mamá." Una frase sencilla que refleja una vida marcada por la cercanía con la labor altruista de su madre y el contacto directo con una infancia compartida, no por la sangre, pero sí por el afecto y los valores.

Por su parte, el senador Gerardo Fernández Noroña, siempre cercano y empático, conversó con los niños sobre Lionel Messi, el astro del fútbol mundial, y cómo el deporte le permitió superar barreras personales, incluida su condición dentro del espectro autista. La charla buscó inspirar a los menores, mostrándoles que los sueños pueden construirse aún en las condiciones más adversas.

En sus palabras finales, Gómez Leal expresó un mensaje que resonó con fuerza entre los asistentes: "La nobleza se aprende desde casa. Hoy regresé a la Casa Hogar que mi madre, doña Graciela, ha sostenido por años con amor, entrega y fe en las nuevas generaciones. Visitarla junto a mi compañero Gerardo Fernández Noroña, fue un recordatorio profundo: el altruismo no es un acto, es una forma de vivir. Cuidar, educar y amar a quienes más lo necesitan, también es hacer patria. Gracias, mamá, por enseñarme con tu ejemplo."

La jornada concluyó entre abrazos, risas y miradas que guardan esperanza. Porque a veces, hacer patria comienza con el simple gesto de regresar a donde todo empezó: al amor compartido, a los valores sembrados desde la infancia, y al compromiso con quienes más lo necesitan.